La cuestión de la comunicación entre personas no es tan trivial como pudiera parecer. En el colegio nos enseñaron que la comunicación se reducía a los siguientes conceptos: un emisor, un receptor, un mensaje y un contexto. Pues resulta que es mucho más complejo que esto.
Centrándome en la efectividad de una comunicación, de lo que pensamos comunicar a lo que nuestro interlocutor intrepreta... puede haber un abismo.
[Speaking with her Eyes/Hablando con sus ojos. Foto de: amee@work]
Imaginemos que queremos expresar una idea que tenemos en la mente, pues bien, cuando la trasmitimos ya estamos perdiendo un 20% de información. El receptor también percibe un 20% menos de la información transmitida y al recibirla, la interpreta con lo que se pierde otro 10%.
Fijaos que de lo que se quería decir a lo que interpreta el receptor, se pierde un 50% de la información, pero la cosa no se queda aquí, en los mensajes que transmitimos lo que decimos cuenta un 30% y cómo lo decimos un 70%.
De poco sirve transmitir un mensaje gritando. Muy probablemente el receptor interpretará que se le ha agredido verbalmente y desechará todo el mensaje. De esta forma el mensaje no habrá tenido ninguna efectividad.
La comunicación no verbal, por tanto, es vital. Esta comunicación trabaja a nivel de subconsciente y, aunque no lo creamos, nuestro cuerpo dice mucho. Muchas veces estamos transmitiendo una idea que no queda reforzada por nuestro cuerpo o nuestro cuerpo dice lo contrario. El receptor, percibe instintivamente este tipo de comunicación y desecha el mensaje, ya que estamos enviando ideas contradictorias.
Con el fin de asegurarnos que el mensaje ha sido correctamente entendido es conveniente usar feedback (detectar a través de preguntas o de la própia conversación si el interlocutor ha entendido correctamente el mensaje que queríamos transmitirle) sin que el interlocutor se sienta agredido o molesto.
Algunas veces también se comunica más con lo que no se dice que con lo que se dice.
Como veis, el proceso de comunicación es mucho más amplio y complejo de lo que pensamos. Para que la comunicación sea efectiva tenemos que poner mucho de nuestra parte (expresando claramente nuestro pensamiento, acompañando con nuestros gestos al mensaje, creando una atmósfera que facilite la comunicación, asegurándonos de que la información ha sido correctamente entendida, ...).
Para acabar, un poco de humor donde se demuestra lo importante que puede llegar a ser el feedback.
Cuidado con los "castores". Hasta otro día!
Centrándome en la efectividad de una comunicación, de lo que pensamos comunicar a lo que nuestro interlocutor intrepreta... puede haber un abismo.
Imaginemos que queremos expresar una idea que tenemos en la mente, pues bien, cuando la trasmitimos ya estamos perdiendo un 20% de información. El receptor también percibe un 20% menos de la información transmitida y al recibirla, la interpreta con lo que se pierde otro 10%.
Fijaos que de lo que se quería decir a lo que interpreta el receptor, se pierde un 50% de la información, pero la cosa no se queda aquí, en los mensajes que transmitimos lo que decimos cuenta un 30% y cómo lo decimos un 70%.
De poco sirve transmitir un mensaje gritando. Muy probablemente el receptor interpretará que se le ha agredido verbalmente y desechará todo el mensaje. De esta forma el mensaje no habrá tenido ninguna efectividad.
La comunicación no verbal, por tanto, es vital. Esta comunicación trabaja a nivel de subconsciente y, aunque no lo creamos, nuestro cuerpo dice mucho. Muchas veces estamos transmitiendo una idea que no queda reforzada por nuestro cuerpo o nuestro cuerpo dice lo contrario. El receptor, percibe instintivamente este tipo de comunicación y desecha el mensaje, ya que estamos enviando ideas contradictorias.
Con el fin de asegurarnos que el mensaje ha sido correctamente entendido es conveniente usar feedback (detectar a través de preguntas o de la própia conversación si el interlocutor ha entendido correctamente el mensaje que queríamos transmitirle) sin que el interlocutor se sienta agredido o molesto.
Algunas veces también se comunica más con lo que no se dice que con lo que se dice.
Como veis, el proceso de comunicación es mucho más amplio y complejo de lo que pensamos. Para que la comunicación sea efectiva tenemos que poner mucho de nuestra parte (expresando claramente nuestro pensamiento, acompañando con nuestros gestos al mensaje, creando una atmósfera que facilite la comunicación, asegurándonos de que la información ha sido correctamente entendida, ...).
Para acabar, un poco de humor donde se demuestra lo importante que puede llegar a ser el feedback.
Cuidado con los "castores". Hasta otro día!
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[@] Habilidades de comunicación
3 comentarios:
Interesante artículo de Ferran Ramón-Cortés en El País semanal: Hablar sin palabras
Video de Alvaro González-Alorda El impacto de tu comunicación no verbal en el subconsciente de tu equipo
La comunicación no verbal en Emprendedores
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