viernes, 31 de enero de 2014

Sobreviviendo a las rebajas

Mes de Enero y las rebajas inundan las tiendas de la ciudad. Se trata de una estrategia de mercado milimétricamente estudiada donde se busca incentivar el consumo de comienzos de año, muy maltrecho por el sprint de gasto realizado durante los últimos meses del año anterior, rematado en diciembre con las compras navideñas.

Al pasear por la calle me topo con anuncios de rebajas en escaparates. Anuncios llamativos, grandes, muy grandes, en rojo chillón y colores vivos que persiguen captar mi atención. No puedo evitar que lleguen hasta mi subconsciente, recuerdo que en una revista leí que estoy expuesto a cerca de 3.000 impactos publicitarios al día. Me invitan a consumir con urgencia “úlltimos días, hasta agotar existencias, corre que vuela, …” Algunos me atraviesan sin conseguir ningún cambio aparente, otros persisten por unos segundos en mis pensamientos.

[Corre que vuela ! . Foto de: Darco TT]

Ante tanta exposición, las rebajas ocupan por un momento mi mente consciente. Reparo en las cifras de descuento de algunos establecimientos y me no puedo evitar reflexionar. Si un artículo está rebajado un 75% ¿Cual es el coste real del artículo? ¿Cual es el margen bruto de la tienda en período normal?

Esta idea me lleva a pensar sobre la interconexión entre lo que cuesta un bien y su precio. ¿Es posible que un objeto con un coste determinado tenga un precio de 100 o 25 dependiendo de la época del año donde se compre?

Lo que sí que me queda claro es que el coste máximo de un producto fija el precio mínimo de su venta (vaya trabalenguas mental!!!), por lo tanto determino una cota superior para el coste máximo del objeto rebajado en un 25% de su valor de venta en período normal.

Pero, no nos engañemos, 25% de su precio sería el coste máximo. El establecimiento sigue teniendo costes (luz, agua, limpieza, empleados...) que tienen que incluirse en el precio de venta, con lo que el coste real debe de estar por debajo de esta cantidad.

Juego a calcular el precio de venta al revés, partiendo del coste y suponiendo que he de poder hacer en rebajas descuentos agresivos. Así me sale lo siguiente.

Si el artículo me cuesta 100 y tengo que hacer un 75% de descuento en rebajas, lo tengo que vender como mínimo a 400 para no perder dinero. Si la rebaja es de un 50% a 200, si es 60% a 250 y si es 80% a 500.

[El imperio se va de rebajas . Foto de: Carlos Rivera]

Uff!. Las rebajas me están afectando. Mi mente viaja fugazmente a conceptos como “precio justo”, “descuentos razonables” o “pelotazo”. Absorto en mis pensamientos logro llegar a casa y el gesto de sacar las llaves para abrir el portal me devuelve al mundo. El ascensor me eleva hasta el 5º. Entro en casa, me cambio y me acomodo en el sofá. En un movimiento reflejo enciendo el televisor y sin poder reaccionar resulto acribillado por una ráfaga de anuncios de rebajas. El marketing, como el fútbol,... es así.

Hasta otro día!

sábado, 18 de enero de 2014

Adaptarse ! (lecciones aprendidas de la industria Musical)

En este blog he hablado alguna que otra vez acerca de esta industria. Ahora, con un poco más de perspectiva, podemos ver cómo ha evolucionado. Analicemos el auge, caida y remonte de la industria musical y sus etapas:

1.- Los buenos tiempos.
La industria musical era un negocio boyante allá por los años 80’s y 90’s. Tenía un modelo de negocio rodado, donde los artistas eran fichados por las discográficas, que posteriormente producían los discos y los promocionaban hasta la saciedad en las radios para convertirlos en hits o “superventas”. La fórmula del éxito musical estaba cuadrada a la perfección.

[Gramola / Jukebox . Foto de: Kenny Louie]

2.- La disrupción
Hay dos hechos que marcan un punto de inflexión, al irrumpir elementos perturbadores en este mercado. En el año 1995 aparece el formato mp3 que redujo drásticamente el tamaño de los archivos de audio y en el 2.000 surge Napster , un programa con el que se podían intercambiar ficheros musicales mp3 a través de internet, lo que permitió mover y acceder a este tipo de archivos de una forma ágil desde la red.

Lo que antes hacías con tu círculo próximo de amigos intercambiado Vinilos y CD’s, se había extendido de la noche a la mañana, a todos los usuarios de internet. Con ellos podías intercambiar música en mp3. Esta forma de acceder a la música se propagó como la pólvora hasta convertirse en una verdadera amenaza para el modelo de negocio tradicional de la industria musical.

3.- Lucha contra el cambio
Las discográficas demandaron a sus clientes y a este tipo de plataformas de intercambio, y esto ahondó en el problema, ya que fueron percibidos por sus clientes como los malos de la película.

En España asistimos a la implantación de un canon sobre los soportes de grabación para “compensar” las pérdidas de la industria musical y preservar los derechos de autor. La inquisición del siglo XXI o SGAE tuvo su época de esplendor, pero finalmente, y acelerado por sus casos internos de corrupción, acabó por diluirse y desaparecer el canon que habían conseguido instaurar.

4.- Adaptación a la nueva realidad
Mientras que algunos seguían denunciando a sus potenciales clientes, otros actores de esta industria se adaptaron a la nueva situación. Surgieron fórmulas alternativas para monetizar la creación artística (fundamentalmente promoción a través de internet y monetización en conciertos y merchandising).

En todo este guirigay, aparece una empresa, que hasta entonces había sido totalmente ajena a este mercado y presenta un producto (ipod) y un servicio (canal de venta a través de internet iTunes), que deja a la industria tradicional musical estupefacta y revoluciona la distribución y venta de música. Esa empresa fue Apple y el resultado, no creo que haga falta que os lo cuente. Apple demostró que la combinación internet+música también podía ser un negocio.

[Música en la manzana. Foto de: عبدالرحمن بن سلمه]

5.- Convivencia y aprovechamiento de la nueva realidad
Ya creo que todos hemos aceptado que el modelo del negocio musical de los 90’s ha cambiado radicalmente. Las discográficas y las radios existen, pero la fórmula para el éxito, se ha diversificado. Hemos asistido a la democratización de la música al aparecer una gran cantidad de canales y alternativas para darse a conocer y vender música. El negocio musical no está tan dirigido por las discográficas e internet se ha convertido en un aliado para la financiación y promoción de artistas así como para la venta de música. Sintéticamente podemos ver la evolución en esta tabla:


Modelo tradicional
Modelos actuales
Financiación Discográfica
Discográficas
Crowdfunding (Kickstarter)
Autofinanciación
Promoción Radio Radio + Internet (Facebook, twitter, 
página web, Youtube,...)
Métricas de éxito ventas ventas + descargas internet + seguidores redes sociales
Canal venta Tiendas discos Tiendas discos e internet (iTunes, Spotify,...)
Reproductor Reproductor CD’s, equipos Hi-fi CD, mp3 player, móvil, media centers, 
smart TV, ...
Soporte Disco, CD CD, USB’s y discos mp3, streaming,...

[Spotify en móvil. Foto de: Johan Larsson]

Estoy convencido que esto no acaba aquí y seguirán apareciendo nuevas formas innovadoras para monetizar la creación musical.

Resumiendo

Lo interesante de este caso es que puede ser aplicado a otro tipo de situaciones. Un mercado maduro, donde aparezca un elemento disruptor, que haga tambalear los pilares de su modelo de negocio, tiene todos los ingredientes para comportarse según las fases vistas (Buenos tiempos, disrupción, lucha contra el cambio, adaptación, aprovechamiento). Esto, está siendo y será cada vez más frecuente.

Negocios prósperos, que han funcionado bien en el pasado, no tienen por qué hacerlo en el futuro. Es necesario, como podemos apreciar, estar muy pendiente del entorno y las nuevas tecnologías. Es imprescindible adaptarse lo más rápido posible a los cambios del mercado.

La superviviencia y sostenibilidad de las empresas en el futuro próximo, no se dirimirá entre lo grande o pequeñas que sean, sino en lo rápido o lento que se adapten.

Cualquier aportación es bienvenida en el apartado de comentarios.

Hasta otro día,

[@] Programa de BBC - Peter Day's World of Business : The Music Industry 02.01.14